La filosofía medieval surge en el el marco religioso cristiano con una clara inclinación hacia temas teológicos; es inevitable pero recordad que estamos viendo filosofía. No vamos a tratar la teología como tal, sino aquella que trata el problema de una realidad llamada Dios y su explicación racional. Y aunque nos parezca que la Iglesia no tendría interés por aquella época en hacer demostraciones racionales sobre Dios el caso es justamente el contrario. Sí lo hace. Dios es "un problema"; un problema filosófico.
Como diría Santo Tomás "me ocupo de la existencia de Dios porque el conocimiento de su existencia no es inmediato ni evidente". El término Dios implica una idea, un concepto en la mente del hombre.
Os traigo unas líneas extraídas de un artículo publicado en Filosofía Digital, que lleva por nombre "La idea de Dios".
¿A quién engañó, Spinoza, el filósofo más honrado que haya pisado jamás la tierra al denominar “Dios” al Ser infinito y eterno? ¿No les gusta a los profesores adocenados, a los ateos de conveniencia o a los materialistas indolentes? ¿Les parece que la palabra Dios tiene un tufillo a sotana y sacristía? ¿Se debería inventar, para complacer sus intelectos sofisticados y sus prejuicios anticlericales, otra palabra para nombrar lo eterno? Pues ¡que la inventen ellos!
“El indolente se asombra de cualquier palabra”, decía Heráclito. A nosotros, en cambio, la palabra “Dios” nos vale, ya lo creo. Porque, tal como afirmó Kierkegaard, Dios es una idea, no un nombre. Y no es que no reconozcamos, con el filósofo de Éfeso, que: “Lo uno, el único sabio, quiere y no quiere llamarse con el nombre de Zeus”. Pero es que Zeus, Yahvéh o Alá son los nombres propios de los dioses de ciertas religiones. Dios, en cambio, es más bien la palabra con que, nosotros al menos, designamos la Naturaleza divina, infinita y eterna. Y no es un subterfugio. ¿Acaso el significado común se aleja “enteramente” del que nosotros queremos atribuirle? Con todo, si alguien quiere pleitear por un vocablo, no aceptaremos el envite.
¿Cuál es la esencia de Dios?
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