El sueño de educar

"Educar es lo mismo que poner un motor a una barca,hay que medir, pensar, equilibrar y poner todo en marcha...Soñar que ese navío, llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hasta islas lejanas..."Gabriel Celaya

lunes, 17 de diciembre de 2018

Crítica aristotélica a la teoría de las ideas platónicas

Con su teoría de las ideas, Platón da razón de un mundo sensible , cambiante en el que solo cabe la opinión y un mundo inmutable, con auténtica realidad, en el que es posible la ciencia.

"Se les ocurrió la opinión sobre las Ideas a sus defensores por haber aceptado acerca de la verdad los argumentos de Heráclito, según los cuales todas las cosas sensibles fluyen perpetua­mente; de suerte que, si ha de haber ciencia y conocimiento de algo, es preciso que haya, aparte de las sensibles, otras natu­ralezas estables; pues de las cosas que fluyen no hay ciencia.
Sócrates, que se dio al estudio de las virtudes éticas, fue también el primero que buscó acerca de ellas definiciones uni­versales. (...) Pero Sócrates no atribuía existencia separada a los universales ni a las definiciones. Sus sucesores, en cambio, los separaron, y proclamaron Ideas a tales entes, de suerte que les aconteció que hubieron de admitir, por la misma razón, que había Ideas de todo lo que se enuncia universalmente; algo parecido a lo que le sucedería a uno que, queriendo hacer una cuenta, creyera que, siendo pocas las cosas, no podría, y las multiplicara para contarlas. Las Ideas, en efecto, son, por decirlo así, más numerosas que los singulares sensibles, cuyas causas buscaban cuando avanzaron desde éstos hasta aquéllas. (...)
Pero la dificultad más grande seria ésta: ¿qué es lo que apor­tan las Ideas a los entes sensibles, tanto a los eternos como a los sujetos a generación y corrupción? No son para ellos, en efecto, ni causas del movimiento ni de ningún cambio. Por otra parte, tampoco ayudan nada a la ciencia de las demás cosas (pues las Ideas no son sustancia de éstas; si lo fueran, estarían en ellas), ni a su existencia, ya que no están en los entes que participan de ellas. (...)
En el Fedón se dice que las Ideas son causas tanto del ser como del devenir. Sin embargo, aunque existan las Ideas, nada llega a ser si no hay una causa eficiente, y, por otra parte, llegan a ser muchas cosas, como una casa o un anillo, de las que, según su doctrina, no hay Ideas; de suerte que, evidentemente, cabe también que aquellas de las que afirman que hay Ideas sean o lleguen a ser por las mismas causas que las que acabamos de mencionar, y no gracias a las Ideas. Por lo demás, acerca de las Ideas pueden reunirse, de este modo y mediante argumentos más razonados y rigurosos, muchas objeciones semejantes a las que hemos considerado"
ARISTÓTELES, Metafísica, XIII, 4-5 (1078b 12-1080a 11)


Aristóteles critica la teoría de las ideas de Platón y retoma la cuestión establecida por Heráclito y Parménides para dar una explicación plausible del cambio y la realidad. Esta cuestión la responde en su Filosofía primera o metafísica ciencia que estudia el ser en cauanto que ser y"las propiedades que le corresponden en cuanto tal.

Esta ciencia no se confunde con el resto de ciencias o ciencias particulares porque ninguna de esas ciencias considera el ser en general sino solo una parte esencial del mismo. Por lo tanto la filosofía primera (metafísica) asienta las bases de las demás ciencias. Para poder hablar del movimiento es necesario saber antes qué es ese ser que tiene capacidad de movimiento.


Aristóteles y el problema de la Naturaleza

EL PROBLEMA DE LA NATURALEZA
RECORDAMOS:
Sabemos que desde el origen de la filosofía, la naturaleza “physis”, y su explicación ha sido objeto de reflexión (búsqueda del arjé, el origen del universo, la esencia de las cosas..)
Para los griegos la palabra “naturaleza” posee dos grandes acepciones:
-          Naturaleza entendida como la totalidad del universo
-          Naturaleza entendida como “lo que las cosas son”, su esencia, modo de ser permanente de las cosas.

El concepto de Naturaleza está vinculado a los conceptos de necesidad, es decir, que las cosas se rigen por leyes naturales y no por la arbitrariedad (mito); permanencia, que las cosas suceden como tienen que suceder, poseen unas propiedades fijas, una manera de ser constante o permanente; ésta forma de ser constante es denominada esencia, lo que una cosa es a pesar de sus cambios de apariencias o estados (el agua se presentará en estado sólido o líquido, pero siempre es agua). La esencia como modo ser constante es lo que una clase o conjunto de seres poseen de común, de idéntico frente a lo diverso de sus apariencias: seres humanos de diversas razas, culturas, etc, tienen en común, precisamente, que son “seres humanos”.
Por tanto, la esencia es el fundamento de la unidad de las cosas frente a la multiplicidad de sus estados y apariencias, así como frente a la multiplicidad de los individuos que la comparten.
Conocer las cosas será conocer lo que son de verdad, lo que tienen de común y permanente.
Hemos visto hasta ahora como la filosofía griega se desarrolló con el convencimiento de que los sentidos no bastan para proporcionarnos ese conocimiento (Parménides, Platón) ya que nos muestran una multiplicidad de individuos de apariencias y estados cambiantes y accidentales. Es necesario un esfuerzo intelectual, racional, para alcanzar el ser de las cosas.

La búsqueda de lo permanente común está asociada a la convicción de que todo el universo se reduce, en último término, a uno o muy pocos elementos
Tras la crítica aristotélica a la teoría de las ideas de Platón podemos afirmar que la forma de concebir la realidad de Aristóteles se basa en los siguientes supuestos:
a)      No existe otra realidad que los individuos concretos.
b)     La esencia, aquello que hay de permanente en las cosas, [y que por tanto posibilita la ciencia] existe, pero está en las cosas mismas y no fuera de ellas, no está separada.
c)      Las ideas son una elaboración del intelecto humano que no tiene más realidad que la de ser pensada (aunque reflejan fielmente la estructura del Ser).
Aristóteles comienza adoptando una perspectiva analítica: quizás si tratamos de descubrir las clases de seres que existen, podamos también explicar también cómo es posible que la realidad cambie y permanezca


Introducción. Aristóteles

Aristóteles es un filósofo griego del siglo IV a.C. Durante esta época Grecia sufre fuertes convulsiones políticas: la vieja red de pequeñas ciudades-Estado independientes se rompe ante el empuje de Macedonia y el imperio alejandrino. Aristóteles es precisamente macedónico, nace en Estagira (384 a.C), hijo de familia acomodada y relacionada con el poder (su padre es médico de la corte). Desde los 17 años, y durante 20 años, se educa en Atenas, en la Academia dirigida por Platón. A la muerte de Platón, Aristóteles continua su labor docente e investigadora en Aso y Mitilene. En 343 a.C. es elegido como preceptor del joven príncipe Alejandro (el que luego será Alejandro Magno), al que educará hasta que éste se convierte en regente (340) y sube al trono (335). Tras una estancia en Estagira, Aristóteles vuelve a Atenas en el 335, en la que funda el Liceo o Peripato, escuela que dirige con éxito durante 12 años. En el año 323 la muerte de Alejandro Magno genera en Atenas un estallido de odio antimacedónico que se torna peligroso para Aristóteles (quien, aunque no apoyaba en absoluto la política imperialista de su antiguo discípulo, era sospechoso por sus contactos con la familia real macedonia); el filósofo se refugia en Calcis donde muere en 322. Aristóteles es un autor prolífico. Se le atribuyen más de 150 obras, de las que conservamos una quinta parte.  Sus intereses fueron muy amplios: filosóficos, científicos, humanísticos (recordad que, en aquella época no solía distinguirse, como hacemos ahora, entre filosofía y ciencia, o entre “humanidades” y “ciencias”)  . Y su influencia, enorme .

La physis y el problema del cambio en Platón y Aristóteles

Como hemos visto diversos autores y escuelas a lo largo del tiempo intentaron dar una respuesta al problema de la Naturaleza y del cambio.

Platón resuelve el problema a través de su teoría de las Ideas, afirmando que existe un mundo inteligible de las Ideas, verdadera realidad. Las Ideas eternas, inmutables, simples, indivisibles, perfectas e inmateriales constituyen el verdadero SER (contienen las características del Ser de Parménides)la verdadera realidad, y sólo su conocimiento nos proporciona la epistéme, el conocimiento verdadero. El mundo material o mundo sensible es un mundo imperfecto de apariencias y cuyos objetos son imperfectos, mutables, divisibles, están sometidos al cambio, transformación, corrupción pues la materia de la que están constituidos es imperfecta.(Es el mundo del devenir de Heráclito)

Aristóteles contra Platón niega la dualidad ontológica. La realidad es una y una sola la Naturaleza. El único mundo real es éste en el que vivimos, el mundo de lo material y sensible. Esta Naturaleza está constituida por unos seres concretos e individuales, cada uno de los cuales es una sustancia, que es el sujeto que permanece a través de todos los cambios accidentales.
Aristóteles distingue una pluralidad de sustancias:  algunas de ellas como las sustancias celestes, los astros, que son eternas, inmutables y dotadas de movimiento circular alrededor de la Tierra (Aristóteles es geocéntrico y geoestático) pero las sustancias terrestres son mutables y están sometidas a la generación y corrupción.

Aristóteles considera que todo ser natural, toda sustancia está integrado por dos coprincipios, la materia (hilé) y la forma (morfé); de ahí que a esta teoría se la llame hilemorfismo.
La forma es la esencia del individuo. Es lo que hace que un individuo sea lo que es y no otra cosa. La forma sólo existe vinculada a la materia

sábado, 1 de diciembre de 2018

Platón. Comentario de Texto



«Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio  de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con  dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público».                          (PLATÓN, República, libro VII.)

Analogía etico-política de Platón


Teoría ética y  política de Platón 

Platón presenta una clara correlación entre el alma y el Estado. Opina que la estructura de la ciudad y clases sociales tiene su reflejo en el alma y, a su vez, las partes del alma se corresponden con la estructura social. Por esa razón cuando habla de ética y virtudes personales nos introduce, al mismo tiempo, en la política. Además, sólo en la ciudad justa es posible educar a hombres justos, capaces de armonizar bien sus diferentes virtudes. Sólo la pólis permite adquirir las virtudes éticas propias de un ciudadano honrado. 

El tema de la República es la justicia en el individuo y en el Estado. Ofrece una utopía en la que el gobierno pertenece a los filósofos. Platón se inclinaba por un gobierno monárquico o aristocrático, donde la aristocracia era una aristocracia de la virtud y el saber, no de sangre o linaje. En contra de lo que algunos sofistas opinaban, los gobernantes no debían guiarse por la ambición personal ni por la fuerza, sino aspirar a la contemplación del orden inmutable de las Ideas para que su acción política fuese un reflejo de ellas (cf. el «mito de la caverna», donde los que consiguen salir de la caverna y llegan a contemplar el sol de la Verdad, la Justicia y el Bien deben «volver a la caverna» para guiar a los que siguen allí). 

• El origen de la sociedad. La ciudad responde a las necesidades humanas, porque ningún ser humano se basta a sí mismo y depende de los demás para la satisfacción de sus necesidades, desde alimentación hasta educación y atención médica. Todos nos necesitamos mutuamente, porque cada uno aporta su saber, experiencia y conocimientos a la comunidad. Es la satisfacción de las necesidades lo que establece la división del trabajo en la ciudad, a partir de tres tipos básicos de actividades que se corresponden con las disposiciones naturales de la mayoría de los ciudadanos: 

1ª. Artesanos (actividades productivas). 

2ª. Guardianes o guerreros (encargados de la defensa). 

3ª. Gobernantes (actividad política y gobierno). 

• Las clases sociales. La ciudad, según Platón, se compone de tres clases sociales que se corresponden con las tres partes del alma. Presenta una organización política estrictamente jerarquizada. Parte de que no todos los hombres están igualmente dotados por naturaleza ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno predomina un alma y ha de ser educado para las funciones que deba realizar (la educación debe ser idéntica para hombres y para mujeres). El Estado, según Platón, es ante todo una institución educativa. Por otro lado, la existencia de los ciudadanos está en función del bien de la colectividad, y esto justifica para Platón un comunismo total para las clases superiores, que incluye la abolición de la propiedad privada y de la familia. Pensaba Platón que de este modo los gobernantes y los guerreros estarían a salvo de los peligros de la ambición personal o familiar. 

- Los artesanos: Ofrece los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas (alimentos, etc.), mediante un trabajo productivo de bienes y servicios. Platón no explica por qué es "natural" que unos tengan que servir a la ciudad y otros beneficiarse de su trabajo. 

- Los guardianes o guerreros: Tienen como función defender la ciudad de posibles invasores, extranjeros o bárbaros, y también aplacar los conflictos internos. Es la más importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos; no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni mujeres. Se mantendrán en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su misma clase para preservar la pureza del grupo. 

- Los gobernantes: Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el cargo si llegan a ser los más sabios. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados y estar sometidos, entre los 20 y 30 años, a una formación científica muy especial. Normalmente procederán de los guardianes perfectos, aquellos que, al final de su formación, llegan a ser filósofos casi perfectos, capaces de poner como fundamento del Estado la Verdad, la Justicia y el Bien.